Saturday, August 11, 2007

CONSTANTES BASICAS PARA UNA ESPIRITUALIDAD FUNDAMENTAL

CONSTANTES BÁSICAS PARA UNA ESPIRITUALIDAD FUNDAMENTAL

Planteamos a continuación, en una serie de puntos sintéticos (no exhaustivos), cuáles serían, en nuestra opinión, las Constantes Básicas (CB) de una Espiritualidad Fundamental (EF). Es una contribución inicial para una posterior síntesis de todos estos elementos en una serie de principios generales.

Entendemos aquí por ‘Espiritualidad Fundamental’ una ‘Espiritualidad Macroecuménica’, es decir, una Espiritualidad que está a la base de las diferentes religiones empíricas existentes y también del “espíritu religioso” (=“religación con la Realidad”) que no esté codificado (o lo esté de manera muy incipiente) en la institucionalidad “religiosa” histórica.

Es un ‘tipo ideal’ (en la metodología del sociólogo Max Weber), de tal manera que no es necesario que todos estos puntos se encuentren realmente en todas las religiones empíricas, sino que configuran un marco lógico donde las diversas prácticas religiosas encuentran coherencia y consistencia. Sin Espiritualidad no hay religión, sólo un “cascarón vacío”. Espiritualidad es a Religión, como esotérico (interior) a exotérico (exterior). Cfr. la Kábala judía y cristiana, y el Sufismo islámico.

Son, por consiguiente, una serie de ‘constantes básicas’ que se encuentran, explícita o implícitamente, presentes en las diversas religiones. En nuestra opinión serían las siguientes:

1. El fin del ego, la muerte del ego, la superación del ego, del egocentrismo o egotismo (concretado luego en egoísmo). En la historia de la Espiritualidad, esto admite dos formas: (1) la más radical, que es la de la supresión total del ego, por ser una mera ilusión; (2) la de que el ‘pequeño ego’ se integra en el ‘Gran Ego’. En la práctica ambas dan el mismo resultado, que es el de la desaparición del (pequeño o ilusorio) ego (dos maneras de decir lo mismo) en una única Realidad Última.

Por lo tanto, se trata de conseguir una actitud de “non-ego”. Es lo que l@s místic@s clásic@s cristian@s llaman la ‘humildad’ (de ‘humus’, a la altura del ‘humus’, de la tierra). Decía Teresa de Jesús: “La humildad es la verdad”. Pero no se trata de buscar una baja autoestima. Ni, por supuesto, elevada autoestima (“que va como pisando a todo el mundo”). Es la de una personalidad enormemente equilibrada, conocedora de sus enormes potencialidades, pero también de sus limitaciones.

Recordemos aquella vieja historia en la que el discípulo dice al maestro: “Vengo a ofrecerte mis servicios”. Y el maestro contestó: “Si renuncias a tu ‘yo’, el servicio brotará automáticamente”[i].

Punto de partida para el trabajo interior: ¡somos esclav@s! Observar atentamente nuestras esclavitudes. Cfr. Platón, “Mito de la Caverna” (La República, Libro VII).

2. El desapego o desasimiento (‘Abgeschiedenheit’ en el Meister Eckhart; fundamental en todos los budismos e yogas).

Es el fin de todos los apegos, el desasimiento pleno, el des-aferrarse. Y hay apegos y aversiones: ambos tienen la misma estructura, de tal manera que el apego es “positivo” y la aversión es una especie de “apego negativo”. Los apegos son esclavizadores y acaban con la libertad. Y Espiritualidad es, ante todo, Libertad.

3. El fin del dualismo, la separatividad y la divisividad. Es lo propio de la actitud holística, donde todo está interrelacionado, todo está conectado con todo y nada es independiente o autónomo, sino siempre relativo, relacional o inter-relacional.

Por consiguiente, no a la separación de:

-Dios/Mundo
-Espíritu/materia
-mente/cuerpo
-intelectualidad/afectividad
-cabeza/mano
-masculino/femenino
-religión/política
-“yo”/”l@s demás”, etc.,

sino plena integración de todos los elementos polares en una síntesis holística.

4. Espiritualidad es dejar (al menos dentro del cristianismo) que el Espíritu sea quien actúe.

Que sea Él mismo el protagonista, el “number one”, y no nuestro egocentrismo normal. Es el ‘abandono espiritual’. Ésta es la clave de la Mística. Por lo tanto, se busca más Espíritu y menos institución. Dicho de otra manera, se busca una institucionalidad verdaderamente espiritual, alternativa. No se trata de negar a priori la institucionalidad como tal, sino de ver que la mayor parte de las institucionalidades son rígidas, poco flexibles y verticalistas, y buscar así una institucionalidad alternativa, espiritual.

Es decir, se trata de discernir espiritualmente cualquier realidad humana.

5. Actitud contemplativa vital

“De dentro hacia fuera”. ¿María vs. Marta? (integrando): Contemplación----Acción-----Contemplación (y así sucesivamente). “Wu-wei” taoísta: “no hacer”: seguir el curso de las cosas (sensibilidad holística). Pero ‘contemplación’ no en sentido dualista y relativo, como oposición a ‘acción’, sino contemplación absoluta, como presente en cualquier acción vital. Somos intrínsecamente contemplativ@s.

6. Vivir el Presente, el Aquí y Ahora

Señalado por todos l@s Maestr@s espirituales: Jesús de Nazaret, Buda, Krishnamurti, Eckhart Tolle… Vigilancia. Atención Permanente. Vivir el Aquí y Ahora con toda la intensidad (“hombres y mujeres nuev@s”), dejando el Pasado como Pasado y el Futuro como Inexistente.

7. “Soledad y silencio” (cartujanismo existencial)

Es el lema de una actitud contemplativa en y desde el mundo.
Soledad: Conexión con el Absoluto en lo íntimo del ser.
Silencio: Más allá del ruido físico y el ruido mental (“fiestas del silencio”: Rubén Feldman González).
La Realidad está más allá/más acá del concepto y la imagen. Cfr. el Budismo Zen: “El dedo que apunta a la Luna no es la Luna”. No confundir “el dedo” (las mediaciones) con “la Luna”.

8. La Intuición es lo primero, lo segundo es la Intelectualidad

Intuición trascendental.
La Realidad está más allá/más acá del espacio y del tiempo.
Anti-intelectualismo moderado.

9. En lo cotidiano, siempre en lo cotidiano (¡no escapar!)

Filosóficamente, se trata de descubrir lo trascendente en lo inmanente. La otra dimensión está presente en (inherente a) esta dimensión, en el Aquí y Ahora. El más allá en el más acá. El nirvana en el samsara.

10. Importancia central de la meditación (sin objetivo)

No es sólo (2º.) serenar la mente, aunque también (inicialmente). Observar la mente-emociones: trabajarlo. Nos han dado el “juguete” (mente), pero no nos han explicado las instrucciones de uso. “Quitar los obstáculos”. “Limpiar los cristales para que entre la Luz del Sol” (Juan de la Cruz). Ascética para la Mística o desde la Mística.

Pero sobre todo, (1º.) es “alcanzar” la Intuición (visión) de la Realidad Última (“donde no hay un sujeto que alcanza ni algo alcanzado”). Surge. No hay control sobre ella. “Arrojarse en el Vacío”. La mente significa control, poder. Abandonar la mente, para vivir en el Espíritu, en el Poder del Espíritu. Confianza. Fe.

11. Lograr la “ Sabiduría”: no sólo, ni sobre todo, ”saberes”

Es una cuestión de actitud de vida. No un conjunto de suma de saberes/técnicas.

12. Originalidad: originariedad (“volver al Origen”)

“Sé siempre tú mismo, pero no seas siempre él mismo” (“rap” social de “Gabriel, o Pensador”, de Brasil).

Práctica de la expresión artística----- ¡creatividad! (¡No hace falta ser genios, sino simplemente desarrollar “lo que ya somos”!).

Invitación a la práctica artística como práctica de “auto-conocimiento” (auto-gnosis).

Autenticidad. Honestidad. Verdad.

13. Ecuanimidad/ataraxía.

Imperturbabilidad, pero con sensibilidad (Che Guevara: “Hay que endurecerse, pero sin perder la ternura jamás”). Ecuanimidad, tanto en el éxito como en el fracaso. ¡No buscar recompensa! La acción vale por su valor intrínseco, no por su recompensa (karma yoga).

14. ¡Práctica! ¡Práctica! ¡Práctica!

Peligros del “romanticismo” (aunque necesario a veces, especialmente al principio) espiritual. “¡No ser pequeño-burgueses/as del espíritu!”. Perseverancia y constancia infinitas. Paciencia absoluta e infinita. Trabajo permanente y constante: la negatividad del trabajo “¡Ser como hormigas!”.

15. Pobreza (exterior/interior)

Austeridad de vida. Ascetismo inteligente. Desapego/desasimiento. Simplicidad de vida. No basta la pobreza exterior, tiene que ser interior. Y viceversa. “Civilización de la pobreza” (Ignacio Ellacuría). Diógenes de Sínope, el cínico: contra-cultura.

16. Actitud total de ‘ahimsa’ (¡no-dañar!)

No-violencia activa. Ser vegetarian@s... ¡No dañar…ni de Pensamiento, ni de Palabra, ni de Obra! No matar nada: vidas, ilusiones, esperanzas! Amor a la Verdad. Ahimsa como expresión de la Verdad (Mahatma Gandhi).

17. Amor por la Naturaleza

Ecología. Naturismo. Observar atentamente, contemplar la Naturaleza, aprender de ella. ¡Nosotr@s somos la Naturaleza! Somos “el resto” de la Naturaleza. “Cántico del Hermano Sol”, de Francesco de Asís. Franciscanismo existencial. Espiritualidades amerindia y afro. Eco-feminismo espiritual.

18. Espíritu de investigación, de estudio, de crítica y de autocrítica

Búsqueda de la Verdad… ¡que ya está ahí!
La autocrítica como precedente obligatorio de la crítica.

19. Androginia

Integrar lo masculino y lo femenino en un@ mism@, así como los valores atribuidos culturalmente a cada uno de los géneros. Cfr. Platón, “Mito del Andrógino” (El banquete).

20. Vivencia del anti-poder (anti-autoritarismo)

Autogestión global. Disolver lo vertical en lo horizontal. Anarquismo espiritual. “Tolerancia” o respeto a la Verdad que hay en cada un@ de nosotr@s.

21. Cosmopolitismo

Universalismo (=crítica de todos los nacionalismos y del “provincianismo”, pero amor por lo local como expresión de lo Universal). “Yo soy el mundo” (J. Krishnamurti). “Todos somos un@”.

22. Sentido liberador y auto-liberador (espiritualidad liberadora)

“Opción por l@s pobres”. Opción por l@s excluid@s. Justicia social. Revolución no-violenta. Sociedad civil autogestionaria.

23. Amor-Compasión

Solidaridad e inter-solidaridad. Frater-sororidad o Soror-fraternidad universales.

24. Resumen-síntesis final: Estar en la Realidad, Ser la Realidad

Responsabilidad por lo Real. Desde la práctica/praxis.



rui manuel grácio das neves
managua
01.08.05/08.10.05.


[i] Contado por ANTHONY DE MELLO, 'El canto del pájaro', 21ª.ed., Sal Terrae, Santander, 1993, p.136.
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PRINCIPIOS BASICOS PARA UNA ESPIRITUALIDAD FUNDAMENTAL

“Sólo Dios basta”
TERESA DE ÁVILA
(“SPIRITUALITATIS FUNDAMENTALIS PRINCIPIA METAPHYSICA”)[1]

UN ENCUENTRO ENTRE FILOSOFÍA Y ESPIRITUALIDAD

1. Años atrás, entre agosto y octubre del 2005, escribimos un artículo, donde intentábamos mostrar cuáles eran, en nuestra opinión, las Constantes Básicas de una Espiritualidad Fundamental[2]. Partíamos entonces de la hipótesis de que existía una Espiritualidad Fundamental en el fondo o a la base de las diferentes espiritualidades históricamente existentes.
Y partíamos también de la hipótesis, hoy cada día más aceptada, de que a la base de las diferentes religiones históricas existe siempre una Espiritualidad Básica que le dio origen. Es su mística.
De esta manera, la Espiritualidad se convierte, por su parte, en el elemento más vivo y carismático, y las religiones históricas se convierten en el elemento más material e institucional.
Puede darse incluso una Espiritualidad sin religión, pero comúnmente se expresa a través de una específica religión. Una religión sin Espiritualidad es como un cascarón vacío: los dogmas, principios éticos y sociales, las leyes eclesiásticas, las jerarquías y los templos necesitan tener de fondo una Espiritualidad que sustenta todo esto. Si no, se convierten en peligrosas perversiones para el espíritu humano, destruyendo totalmente su libertad. Infelizmente, hay varios ejemplos históricos de esto.
2. En aquel entonces encontramos una serie de Constantes presentes en las diversas religiones (no de una manera exhaustiva, porque pudiera haber más), sobre todo en las religiones más universales, y que detallaremos seguidamente. Las maneras de expresarlas pueden ser diferentes, según las diversas culturas religiosas, pero su esencia es la misma.
Las formulamos, pues, de la siguiente manera (y recomendamos la lectura del texto, para entender qué decíamos bajo cada uno de los siguientes epígrafes):


1. El fin del ego: el non-ego
2. El desapego o desasimiento
3. El fin del dualismo, la separatividad y la divisividad: no-dualismo
4. El Espíritu es el Agente, el Protagonista, el Actor fundamental
5. Actitud contemplativa vital: “no-hacer”
6. Vivir el Presente, el Aquí y Ahora: Atención Permanente (AP)
7. “Soledad y silencio” (cartujanismo existencial)
8. La Intuición es lo primero, lo segundo es la Intelectualidad
9. En lo cotidiano, siempre en lo cotidiano (¡no escapar!)
10. Importancia central de la meditación (sin objetivo)
11. Lograr la “ Sabiduría”: no sólo, ni sobre todo, ”saberes”
12. Originalidad: originariedad (“volver al Origen”). Autenticidad
13. Ecuanimidad/ataraxía.
14. ¡Práctica! ¡Práctica! ¡Práctica!
15. Pobreza (interior/exterior)
16. Actitud total de ‘ahimsa’ (¡no-dañar!)
17. Amor por la Naturaleza
18. Espíritu de investigación, de estudio, de crítica y de autocrítica
19. Androginia
20. Vivencia del anti-poder (anti-autoritarismo)
21. Cosmopolitismo
22. Sentido liberador y auto-liberador (espiritualidad liberadora). “Opción por l@s pobres”
23. Amor-Compasión
24. Resumen-síntesis final: Estar en la Realidad, Ser la Realidad.
3. Pues bien, después de formular fenomenológicamente dichas Constantes, quedaba pendiente una posterior tarea, la más importante en nuestra opinión: la de encontrar heurísticamente cuáles eran los Principios Básicos que estarían a la base de todas estas Constantes. Es ésa la tarea que llevamos a cabo seguidamente.
Encontramos que existían dos clases de Principios: Mega-principios y sub-principios. Los más importantes eran, evidentemente, los primeros, en concreto dos Mega-principios metafísicos, que hay que entender de una manera unitaria:

1°. El Principio de la Totalidad Complementaria (Yin-Yang)
(o Principio Holístico)


2°. El Principio de la Transitoriedad
(o Principio Dinámico).

A su vez, el primer Mega-principio, o Principio de la Totalidad Complementaria, admite los siguientes cinco sub-principios:

1. Sub-principio de la Identidad-Diversidad (Unidad en la Diversidad o Multiplicidad)
2. Sub-principio Transcendental-apofático (Vertical)/Universal-Concreto (Encarnativo u Horizontal)
3. Sub-principio de la Inacción (‘wu-wei’)-Acción (‘Karma-Yoga’)
4. Sub-principio Esotérico-Exotérico (o sub-principio Hermético y Simétrico)
5. Sub-principio Sofiológico (Sabiduría)-Agápico (Amor)

Vamos a explicar a continuación todos estos Principios y luego ubicaremos las diversas Constantes en cada uno de estos Principios. Finalmente, intentaremos explicar la relación entre los dos grandes Mega-principios, que se dan unitariamente, pero que hemos distinguido aquí sólo de manera lógica y formal. Terminamos con algunas cuestiones y consideraciones generales.

4. 1°. El Principio de la Totalidad Complementaria
(Yin-Yang)
(o Principio Holístico)

Este es el famoso Principio Holístico, en otras palabras. Significa que hay que mirar a la Realidad como un Todo y no de manera parcial. Las oposiciones no son oposiciones contradictorias, sino oposiciones complementarias. Así, ‘masculino’ y ‘femenino’ son oposiciones, pero oposiciones que se complementan para formar la subtotalidad del género humano[3]. La filosofía taoísta formuló la ‘complementariedad’ de manera excelente, de manera que nos atenemos a lo que allí se dijo. Sin embargo, el Principio Holístico, tal como lo entendemos hoy (especialmente desde algunos aportes de la actual ciencia física) implica más aspectos[4].
En efecto, el Principio Holístico destaca la primariedad del Todo y señala la interrelación de todo con todo. Todo está interrelacionado, interconectado. La filosofía budista usaba aquí históricamente la categoría de pratîtyasamutpâda, es decir, la interdependencia o intercausalidad de todas las cosas entre sí, las unas con las otras (doctrina de la originación dependiente).
No existe ninguna realidad al margen de esta intercausalidad originaria (los creyentes monoteístas sí creen que hay una excepción, una sola excepción a este Principio, y es la de Dios; aun así, como veremos después, Dios se interrelaciona con el Todo o Cosmos).
El Principio Holístico muestra cómo el Todo, como tal, está presente cualitativamente en cada “pedazo” de Realidad, por decirlo de una manera muy coloquial. En un sencillo acto, por ejemplo, de comprar un pan en el supermercado de nuestro barrio, está presente todo el sistema capitalista como un todo. Un economista podría describir acertadamente todas esas interrelaciones. Quien entendiera adecuadamente ese único acto de compra-venta y cómo se procesan sus mecanismos, entendería totalmente cómo entra en juego todo el sistema capitalista. Y así con otras “realidades”.


Sub-principios y Constantes

(1) Sub-principio de la Identidad-Diversidad (Unidad en la Diversidad o Multiplicidad)
Este sub-principio significa que la Identidad se da en medio de la Diversidad o Multiplicidad. Es decir, que toda Identidad es Identidad en la Diversidad y Diversidad en la Identidad. Ambos son Complementarios (véase el primer Principio General). De este modo, una Identidad sin Diversidad es una mera Identidad formal, vacía, válida solo a nivel abstracto, pero no real.
Todo ente real tiene su propia individualidad, pero esencialmente es Una sola entidad: lo denominamos Cosmos o Universo (este Cosmos material o visible es sólo una expresión del Cosmos Total)[5].
La Unidad está “compuesta” o conformada de pluralidades, es decir, es una Unidad pluriforme. La multidiversidad da riqueza y belleza a la unidad, que, sin pluralidad, se convertiría en algo monótono y seco.
Sus principales Constantes en Espiritualidad son:

+ No-dualismo
+ Originariedad/originalidad
+ Androginia
+ Ser/Estar en la Realidad

(2) Sub-principio Transcendental-apofático (Vertical)/Universal-Concreto (Encarnativo u Horizontal)
Este sub-principio implica filosóficamente que el Todo, como tal y en último término, es transcendental-apofático, es decir, está, en último término, más allá de toda categorización, pensamiento o dicción. Sólo es entendible desde una intuición trascendental.
Sin embargo, se concretiza. El Todo existe en lo concreto y no fuera de él. Todo concreto es, de hecho, expresión de ese Todo, no algo diferente de él. El Todo no es la mera suma de las “partes”. El Todo es cualitativo, no cuantitativo. Y, en cuanto se concretiza, se epifaniza, es posible decir algo de él.
Desde el punto de vista teológico, esto se puede traducir al nivel del Ser Supremo. Éste está, en último término, más allá de las determinaciones racionales humanas. Es apofático (no puede ser expresado) y ahí es donde debe ser descubierto, como han señalado todas las grandes místicas del mundo. Por eso, sus atributos siempre se han descrito de manera negativa (por ejemplo, in-finito) o entonces utilizando la via eminentiae, que supone elevar al infinito atributos humanos o naturales, pero sabiendo siempre que el Incognoscible transciende estos atributos via eminentiae.
Clásicamente, no olvidemos que incluso la analogia entis tomista siempre ha señalado que es más lo que desconocemos de Dios que lo que sabemos de él. Es decir, aunque se puede afirmar algo positivamente de Dios, es más lo que desconocemos, que lo que sabemos de él. Incluso lo positivo es cualitativamente diferente en Él/Ella/Ello y en nosotr@s. Sería importante no olvidar jamás este sub-principio transcendental-apofático[6].
El sub-principio universal-concreto también se puede aplicar teológicamente a un Dios personal, siempre que entendamos este sub-principio encarnativo no desde la necesidad lógica, sino desde la Libertad Absoluta de un Dios misericordioso, algo enfatizado especialmente por el Cristianismo. De esta manera, Dios puede actuar libremente en la historia humana y hacer opción por las y los más pobres y oprimid@s. Es un Dios que se “historiza”.
Por su parte, este sub-principio implica las siguientes Constantes:

+ Contemplación
+ Intuición
+ Meditación
+ Soledad/silencio
+ Vivir el Presente
+ En lo cotidiano
+ Investigación/Estudio
Las cuatro primeras pertenecen al sub-principio vertical y las otras tres al sub-principio horizontal. Ambos son complementarios.
(3) Sub-principio de la Inacción (‘wu-wei’)-Acción (Karma-Yoga)
Este sub-principio aparece también muy claro en el Taoísmo. Significa que todo se origina desde la Inacción (Vacío-Plenitud). La Acción es la expresión de ese Vacío Original. Su mejor expresión es através del Karma-Yoga, una importante filosofía y técnica espiritual india, presente sin embargo en varias espiritualidades universales.
Sus principales Constantes son:
+ Espíritu = Actor, Protagonista
+ Práctica:
-Amor a la Naturaleza
-Ahimsa
-Anti-autoritarismo
-Cosmopolitismo
(4) Sub-principio Esotérico-Exotérico (o sub-principio Hermético y Simétrico)
Lo ‘esotérico’ es lo interior. Lo ‘exotérico’ es lo exterior. Toda la Realidad se compone de ambos elementos. Pero en el planteamiento holístico, lo interior tiene primacía axiológica o de valor sobre lo exterior. No obstante, ambos están interrelacionados. Ambos se necesitan y se implican mutuamente. El uno sin el otro impiden entender la Realidad como un todo y parcializan esa misma Realidad.
El sub-principio Hermético significa que lo que es abajo es igual que lo que es arriba, y lo que es a la derecha es equivalente a lo que es a la izquierda, y viceversa en ambos niveles. Se aplica el mismo razonamiento para los diversos puntos cardinales. Y lo mismo podemos decir: así como es en lo grande, así es en lo pequeño, y viceversa. Sólo hay diferencia de magnitud o cuantitativa, pero no cualitativa. El Universo es cualitativamente el mismo. Podemos decir que el sub-principio Hermético no es sino una expresión concreta del sub-principio Simétrico.
El sub-principio Simétrico no es sino este mismo sub-principio Hermético visto desde otra perspectiva, más abstracta y general. Significa que la Realidad, como tal, es Simétrica, lo cual no excluye que dentro de ella se den también asimetrías. ‘Simetría’ significa matemáticamente la conformidad de tamaño, forma y posición entre los distintos componentes de un todo, situados en lados opuestos de una línea media. Significa que hay una equivalencia entre diferentes lados de un mismo todo.
Las principales Constantes espirituales de este sub-principio son:
+ Pobreza Interior (en la línea de lo enseñado por el Maestro Eckhart).
+ Opción por l@s Pobres (en la línea de la Teología de la Liberación y las Comunidades Eclesiales de Base).

(5) Sub-principio Sofiológico (Sabiduría)-Agápico (Amor)
Este sub-principio está presente sobretodo en las tradiciones cristiana, cabalística, sufí, yogui (diferentes yogas que se complementan) y en la tradición budista mahayana. Sin embargo, se encuentran en todas las tradiciones espirituales del mundo.
Significa que, antropológica y cosmológicamente, los dos sub-principios que rigen todo son la Sabiduría y el Amor, y que ambos son complementarios, es decir, están interconectados y son interdependientes. Ambos se implican mutuamente, aunque puede haber acentuación de uno sobre el otro.
Por consiguiente, sus dos principales Constantes espirituales son las siguientes:
+ Sabiduría
+ Amor/Compasión

2°. El Principio de la Transitoriedad
(O Principio Dinámico)
(Impermanencia Cosmos-ego)
Este Mega-Principio indica que toda la Realidad como tal es Transitoria, Impermanente. Tanto a nivel cosmológico como antropológico. Nada es Permanente. Todo está en continuo tránsito. Todos es efímero, pasajero. El budismo siempre lo señaló, así como el cristianismo primitivo. En general, lo han hecho todas las tradiciones religiosas del mundo.
Este segundo Mega-principio se conecta con el primero. Es complementario suyo y no se pueden separar ambos. Es decir, el holismo es siempre un holismo en movimiento, un holismo dinámico (algunos autores hablan de ‘holomovimiento’).
He aquí, a continuación, sus principales Constantes a nivel espiritual:
+ Non-ego
+ Des-apego
+ Ecuanimidad
Hasta aquí, pues, una descripción general de los mega-principios con sus sub-principios y constantes.
5. Vistos en líneas generales los mega-principios y sub-principios a la base de una Espiritualidad Fundamental (que, para nosotros, es siempre una Espiritualidad Holística), pasamos a continuación a detallar algunos problemas específicos de este planteamiento nuestro.
No nos detenemos más en la descripción de todos estos mega-principios y sub-principios, pues requerirían muchísimo más espacio y desarrollo. Tal vez lo aquí escrito pueda servir de esquema para posteriores investigaciones y especificaciones, principalmente en el área filosófica.
6. En efecto, existen algunas cuestiones importantes que se pueden plantear aquí. Por ejemplo:
6.1. Si todo es im-permanente, ¿también este mismo principio es im-permanente? Entonces, ya no tendría validez universal y sería contradictorio en sí mismo.
6.2. Si todo es complementario, ¿existe también un principio de in-complementariedad? Pero entonces el principio de complementariedad ya no sería universal como tal y caeríamos en contradicción.
6.3. Si todo es complementario, ¿existe un principio de permanencia junto a uno de im-permanencia?
7. En nuestra opinión hay dos maneras de intentar “solucionar” estos problemas, que tienen la misma estructura lógica.
7.1. Una manera sería decir que cuando hablamos de ‘principio de im-permanencia’ y ‘principio de complementariedad’, lo hacemos desde niveles metalingüísticos y no desde el mismo nivel en que hablamos de que la realidad como tal es im-permanente o complementaria. Es una solución lógica-epistémica al problema, diferenciando distintos niveles de habla a nivel del discurso humano. Pero no lo “soluciona” metafísicamente.
7.2. Otra manera, la que más nos convence, es la metafísica: admitir que sí, que realmente hay una excepción a estos dos principios. Hay un ‘Principio de Permanencia’ y un ‘Principio de In-complementariedad’. Y se aplica directamente a Dios. Es la Única Excepción.
Sólo Dios es Permanente, en medio de un Cosmos-Todo Im-permanente. Y solamente Dios es In-complementario en un Cosmos-Todo donde todo es complementario. Porque Dios está más allá de cualquier realidad concebible. Es la Suprema Realidad, la Última Realidad. Eso no impide, sin embargo, que se relacione con el Cosmos-Todo, que es im-permanente y complementario. Es su creación.
En este sentido, el Principio Permanente es el “fundamento” de todo lo im-permanente (es decir, de todo, excepto Dios), así como el Principio In-Complementario es el “fundamento” de todo lo que es complementario (o sea, de todo, excepto Dios).
8. Otra cuestión, ésta más filosóficamente técnica, es la de preguntar cuál es la relación entre la dialéctica taoísta y la hegeliana (o marxista).
La dialéctica taoísta de la complementariedad de opuestos (yin-yang), parece más estática, menos dinámica que la hegeliana (idealista) o la marxista (materialista)[7], que incorpora lo cualitativamente nuevo en el proceso de tesis-antítesis-síntesis. Al parecer, en la dialéctica taoísta no se darían la síntesis, algo que sí ocurriría en la dialéctica hegeliana o marxista.
8.1. Este encuentro entre ambos modelos de dialéctica ya lo analizamos en nuestra tesis. Creemos que este es un debate más del nivel metafísico, que propiamente del ámbito de la espiritualidad, por lo que no lo abordamos aquí en profundidad.
De todas formas, digamos que existen diversos modelos de dialéctica para entender la Realidad. Ninguno de ellos agota dicha Realidad. Lo que nos parece más sensato es concebir que la Realidad es una totalidad dinámica. Toda dialéctica es una totalidad dinámica, pero no toda totalidad dinámica es dialéctica. La dialéctica de síntesis (por aplicar este término a la dialéctica hegeliana-marxista) sería un tipo específico de dinamismo de la Realidad (dialéctica de contradicción histórica), que se da bajo ciertas condiciones, pero no sería universal[8].
9. Finalmente, planteemos algunas observaciones finales a los Principios aquí presentados.
9.1. En primer lugar, hay que decir que todos los Principios, bien sean Mega-principios o sub-principios, son interdependientes y están interconectados (según el mismo Mega-principio Holístico Dinámico). De modo que, las diferentes Constantes espirituales pueden ser explicadas también recurriendo a otros sub-principios. Los mega-principios y sub-principios no son sino diferentes maneras de hablar sobre la Realidad Una, que es, al mismo tiempo, Diversa.
9.2. En segundo lugar, hay que decir que el mega-principio holístico y el mega-principio dinámico son intrínsecamente uno, pero se separan aquí para distinguirlos formalmente. Es siempre un holismo en movimiento, nunca estático (si bien, lo estático también tendría un papel en todo el proceso, pero entendiéndolo dentro de un proceso, como una etapa de él). Ambos mega-principios son diversas maneras de entender el Único Principio que rige la Realidad: el Principio de la Gran Unidad.
9.3. En tercer lugar, habría que señalar que en lo que se refiere específicamente al sub-principio Transcendental-apofático (Vertical) y Universal-Concreto (Encarnativo u Horizontal), hay que transitar con mucho cuidado y atención del ámbito filosófico al teológico, para evitar de esta manera posibles lecturas monistas en el ámbito teológico y así traicionar el sentir general de las religiones monoteístas. Es importante entender la dinámica de este sub-principio a nivel filosófico, muy rico, pero también tener cuidado en la aplicación de este sub-principio en el nivel (teológico) de un Dios personal.
En todo caso, no olvidar la “diferenciación” que hacíamos en nuestra tesis doctoral entre ‘Dios’, que, en definitiva, es siempre Misterio, y el ‘Todo’ (Universo). Quedaría para un ulterior trabajo teológico investigar cómo se da teológicamente esta relación, evitando caer en monismos, pero también en dualismos.
9.4. En cuarto lugar, de lo que se trataba aquí en esta investigación era de señalar esos posibles Principios que estarían a la base de las diferentes Constantes. La discusión metafísica es para otra parte. En todo caso, creemos que aquí ya señalamos algunas “pistas de salida” al respecto.
9.5. Finalmente, en quinto lugar, este trabajo puede haber resultado un tanto esquemático y tal vez requeriría un desarrollo más extenso y profundo. Muchas dudas se habrán levantado al mismo tiempo que se lee lo escrito. Ésta sería otra tarea para un futuro: ahondar en lo que aquí ha sido sólo señalado. Pero el abordaje de la cuestión ha sido ya iniciado. El futuro podrá mostrar otros abordajes más extensos de estas cuestiones aquí enunciadas.
Ciertamente, estos aportes filosóficos pueden ayudarnos en la comprensión del trasfondo de la Espiritualidad, pero ésta es ante todo un hecho de vida, por lo que siempre su última comprensión se hallará en la práctica cotidiana, personal y comunitaria, independientemente de las discusiones metafísicas al respecto.



rui manuel grácio das neves
nagpur (india)
26.07.07
(san joaquín y santa ana).
[1] Para el subtítulo en latín de nuestro trabajo nos inspiramos en el famoso título de la obra de Sir ISAAC NEWTON, Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, Londres, 1687, salvadas las distancias, claro...
[2] RUI MANUEL GRÁCIO DAS NEVES, Constantes Básicas para una Espiritualidad Fundamental, Managua, Nicaragua, 01.08.05/08.10.05. Recomendamos vivamente la lectura previa de ese escrito, para poder trabajar fructíferamente este otro texto que aquí presentamos.
[3] Para más información sobre esta temática del Holismo, véase nuestra tesis doctoral: Filosofía de la Vivencia Holística, donde detallamos más pormenorizadamente esta temática y discutimos posibles objeciones.
[4] He aquí las diez principales tesis sobre el Holismo, tal como investigamos en nuestra tesis:
(1) La Realidad es un Todo fluyente, dinámico, en permanente “actividad” (“principio heraclíteo”). Y, sin embargo, hay también ‘reposo’ y ‘quietud’ en otro “ámbito” de la Realidad (“principio parmenídeo”).

(2) La Realidad es una totalidad unitaria. El Todo es Uno. Las “partes” son siempre partes de un Todo. El Todo es más que la suma de las partes. “El Todo está en las partes”.

(3) Todo está en relación con todo, en interconectividad o interrelacionalidad absoluta (‘paradigma ecológico’: ‘Hipótesis Gaia’-Lovelock). Nada se da al margen de dicha interrelacionalidad total.

(4) Lo Macro se da en lo micro (‘paradigma hologramático’). La única diferencia es la dimensionalidad. Lo Macro-micro, una sola cosa. “Como arriba, así abajo” (“principio hermético”).

(5) El Todo está estructurado: al ser unitario, integra las diferencias, que no son eliminadas, sino subsumidas. Es un Todo “diferenciado” (la Multiplicidad y la Diversidad están integradas en el Todo). La Realidad es una totalidad multidiversa.

(6) Las identidades particulares o individualidades no son sustantivas, sino provisionales, flexibles, intercambiables (‘paradigma físico de ‘la danza de Shiva’: F. Capra). Son identidades cambiantes y mutantes. En el mundo fenoménico, “nada es, todo cambia” (“principio heraclíteo”).

(7) No hay dualidad sujeto-objeto: el/la observador/a es el/la/lo observado y viceversa (‘paradigma cuántico’). Fin del dualismo epistémico-ontológico. “La Realidad se auto-observa”.

(8) El Todo, de un modo epistémico-ontológico, permite ser abordado de modo fenoménico-nouménico. ‘Fenoménicamente’, es diferencia, multiplicidad, espacialidad, temporalidad; ‘nouménicamente’, es ‘uno’. La visión holística consiste en “ver” ambos aspectos interligados, conjugados (“principio aristotélico”, pero interpretado holísticamente). Lo nouménico en lo fenoménico, simultáneamente. Y viceversa.

(9) Utilizando el esquema kantiano, pero en otro contexto epistémico-ontológico, podemos decir que la mente humana (‘Entendimiento’ en Kant) sólo puede captar (discursivamente) los fenómenos. Para captar el Todo con sus diferencias, el ‘noúmeno’ con sus ‘fenómenos’, comprehensivamente, necesita un acto intuitivo, trascendental (una especie de ‘Razón intuitiva’, utilizando paradójicamente la terminología de E. Kant, pero con otro sentido).

(10) Este acto intuitivo o intuición originaria de la Realidad está más allá (o más acá) del pensamiento dicursivo. Es una vivencia pura, originaria. Es paradójica, impensable (en categorías lógicas, que funcionan según oposiciones), incomunicable, inexpresable en su mismidad. Es captable de un modo simultáneo, espontáneo, ruptural, de una vez por todas (hay diversidad de escuelas: unas más ‘rupturistas’ y otras más ‘gradualistas’). En todo caso, la vivencia holística es una visión sinóptica de la Realidad. Es apofática, pero vivenciable (una “vivencia absoluta”), en principio, por y para todo ser humano.

[5] Distinguíamos en nuestra tesis doctoral entre la ‘RM’ (Realidad Manifestada) y la ‘RNM’ (Realidad No Manifestada). Sin embargo, ambas están en continuidad la una con la otra, formando parte de una única Realidad. Sólo se diferencian según la manera humana de percibir, conocer y hablar. Seguíamos aquí de cerca las reflexiones de Jacobo Grinberg-Zylberbaum sobre la Lattice (“celosía”, “enrejado”) del espacio-tiempo. Cfr. GRINBERG-ZYLBERBAUM, JACOBO, El sabor de la iluminación, Sirio, Málaga, 1994.
[6] Este es el camino de la denominada theologia negativa, de gran significatividad en la tradición teológico-mística cristiana. En la tradición hindú se distingue entre Nirguna Brahman (Dios sin cualidades o determinaciones positivas: correspondería a la theologia negativa) y Saguna Brahman (Dios con cualidades positivas: correspondería a la theologia positiva). En realidad habría que conjugar ambas dimensiones en Dios, tal como lo hizo la Tradición cristiana, sabiendo que la theologia negativa es la cumbre de la theologia positiva. Para un interesante texto comparando la tradición hinduista y la cristiana, recomendamos: JOHN MARTIN SAHAJANANDA, A Brief Comparative Study of Sankara and Master Eckhart (Saccidananda Ashram, Shantivanam/Tamil Nadu 2005).
[7] Como es sabido, existen diversos marxismos, pero unidos por un planteamiento materialista (comoquiera que sea que los distintos marxismos lo entiendan).
[8] Quien abordó esta cuestiones fue el filósofo-teólogo español-salvadoreño jesuita Ignacio Ellacuría, desde una perspectiva zubiriana. Buen conocedor del marxismo, creemos que sus aportes siguen siendo significativos para discutirlos todavía hoy. Nuestro planteamiento se acerca al suyo, aunque aquí no nos extendemos más al respecto.

Monday, May 21, 2007

ESPIRITUALIDAD Y ANARQUISMO:

LAS DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

"El problema no es que los políticos nos mientan:el problema es que los creamos".

1. En estos últimos años hemos venido investigando sobre la Sociología del Movimiento de Jesús (MJ) y hemos ido encontrando en él interesantes analogías con una "concepción del mundo" anarquista. Por eso, pensamos que espiritualidad y anarquismo no son sino dos aspectos de una misma realidad, de un mismo estilo de vida ( "way of life"). Sin embargo, en este artículo no quisiéramos tanto investigar sobre la espiritualidad del MJ y sus estrechos vínculos con el anarquismo. Más bien queremos precisar las relaciones entre lo que denominamos una espiritualidad fundamental y el neoanarquismo.

2. ¿Qué entendemos por espiritualidad fundamental? Partimos de la idea de que existe una espiritualidad básica, una espiritualidad de la vida y de lo cotidiano, que representa algo que está en lo más profundo de las diferentes religiones. Dicho con otras palabras, es algo "previo" (fundamental) a las diferentes religiones históricas, aunque cada una de ellas lo encarna de diferente manera, según su especial marco cultural.

En efecto, si observamos atentamente nuestra mente , observamos en ella, durante el transcurso del día, una serie de actitudes y actividades marcadas por connotaciones de alegría, tristeza, enojo, amor, odio, celos, creatividad, duda o confianza. Igualmente podemos observar un montón de pensamientos dispersivos y cambiantes, que se presentan en nuestras mentes, como las olas se presentan en la orilla de una playa. También podemos observar imágenes que se suceden en nuestras mentes, unas tras otras, aparentemente sin ninguna lógica (a no ser, tal vez, la lógica de la contigüidad). Pues bien, estas diferentes actitudes cruzan continuamente nuestro cotidiano.

Aprender a observar nuestra mente es una tarea de las más difíciles, pero también una de las más necesarias e irrenunciables. He aquí el comienzo de la espiritualidad fundamental. En el proceso de socialización de nuestras vidas, nos enseñan muchas cosas, excepto tal vez las más importantes y esenciales. El aprender a entrar dentro de nosotros mismos y conocernos es una de ellas, una de las más básicas y necesarias para la vida. Es decir, para lo que hoy denominamos calidad de vida. Se trata de desarrollar radicalmente el viejo principio socrático (tomado del Templo de Apolo en Delfos) que rezaba así: "Conócete a ti mismo".

(Mal)vivimos vueltos exclusivamente para lo exterior, malgastando nuestro tiempo, sin aprender a entrar en nosotr@a mism@s y a trabajar nuestra mente, nuestro interior. Esto es crucial. Esa "maquinita" nos domina en el día a día. Para bien o para mal, la mente está en la intermediación de todas nuestras vivencias. Necesitamos por lo tanto trabajarla, para que tengamos pleno autodominio sobre ella. En caso contrario, ella nos dominará a nosotr@s...

3. Por consiguiente, la espiritualidad fundamental, tal como la entendemos, es la 'metodología' adecuada para vivir una existencia humana realmente integrada, plena y profunda., para superar una mente conflictiva. Este reto es para cualquier ser humano, sea cual fuera su religión histórica o si es ate@ y/o agnóstic@. Una vez más, nos enseña a vivir, buscando la mayor plenitud posible.

Mediante la meditación (especialmente la 'meditación sin objeto') logramos poner un 'interruptor' en nuestra mente y aprender a descansar y a relajarnos. Sin eso, estamos condenad@s al "stress" por excelentes que sean nuestros proyectos de solidaridad y justicia social. Queremos ayudar a la gente, a mucha gente, pero si no nos conocemos a nosotr@s mism@s, ¿ayudaremos realmente o esclavizamos más a los demás? He aquí una pregunta central.

4. También es importante entender el "principio del ego" que rige nuestras acciones. Hay una "mente egocéntrica" que es la motivadora de todo lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Esta mente es una mente divisiva, dualista, ya que divide la realidad entre el 'ego' y el 'no-ego', o entre nosotros y el mundo. El 'ego' busca sus propios intereses, muchas veces recubiertos incluso de lenguaje o pensamientos religiosos. El 'ego'es sutil, multiforme y es uno de los principales obstáculos para nuestro avance espiritual. Pero es absurdo enfrentarse al "dragón" cara a cara. Porque, entre otras cosas, no se trata de destruir al dragón, sino de ponerlo al servicio de nuestro ser más profundo.

Es inteligente comprender que, en casi todas las espiritualidades, por no decir en todas, superar el 'ego' es la tarea central, aunque esto no se haga a base de voluntarismo y sí de voluntad con comprensión. La espiritualidad requiere mucha comprensión, de nosotr@s mism@s y de los procesos humanos colectivos (también de la naturaleza).

Este ego se manifiesta en nuestros 'apegos', nuestros aferramientos. Nos apegamos a todo, desde lo más "espiritual" a lo más "material". Es decir, hay aferramientos más sutiles y elevados (pero aferramientos al fin y al cabo) y aferramientos más burdos y prosaicos. Todo porque seguimos el "principio del placer-displacer", que nos indica el camino de buscar en todo el placer y evitar el dolor y el sufrimiento. Hay filósofos que han hecho del cálculo del balance placer-displacer la norma misma del juicio ético .

No nos parece negativo buscar el placer y evitar el displacer. El problema es quedar atrapad@s o entrampad@s en ello, aferrad@s a la búsqueda del placer. Pero si lo observamos despacio, ésta es normalmente la "ética" en que nos movemos a lo largo de nuestro cotidiano. La práctica verdaderamente espiritual estaría aquí en utilizar las cosas sin apegarnos a ellas. No atarnos. Ser libres. Esta es la gran libertad interior. Nos parece que, al fin y al cabo, 'espiritualidad de lo cotidiano' es sinónimo de 'libertad total'. Libertad total que, por supuesto, no significa "hacer lo que me da la gana", sino una libertad "de dentro hacia fuera", que, por serlo, implica mucha responsabilidad con la realidad y, por lo tanto, mucha compasión, amor y solidaridad con l@s que más sufren. En la relación humana es donde nos damos cuenta de nuestros apegos y de nuestra "mentalidad egocéntrica".

5. Pero la espiritualidad sólo es posible si empezamos a darnos cuenta de nuestras propias contradicciones y de nuestra esclavitud fundamental. Es decir, habría que empezar a ser conscientes, en primer lugar, de nuestras propias negatividades y contradicciones. Sólo podemos ser auténticamente libres si nos damos cuenta de que estamos ya profundamente esclavizad@s. ¡Somos esclav@s!

Hay un bello mito en la antigüedad y es el "mito de la caverna", que aparece en el libro VII de la La República de Platón. En síntesis, se dice que estamos encadenados frente a un mundo que es sólo de apariencias, contemplando sombras de unos objetos, que ni siquiera vemos. Tenemos la cabeza aprisionada y solo podemos mirar hacia adelante, en el fondo de la caverna, que no es sino una gigantesca pantalla . Si a alguno se le ocurre escapar de esta prisión, viendo en primer lugar los objetos como son en sí mismos, y contemplar el sol de la realidad de cada día, las personas de carne y hueso, los mares, las montañas, el agua y el fuego, etc., y luego pudiera volver de nuevo a la cueva, vería que su vida corre peligro, porque la gente no le creería. Ésta preferiría antes seguir con las cosas cómo están. El/la esclav@ piensa que ésa es su "condición" y ni siquiera tiene conciencia de su encadenamiento. Si lo tuviera, tal vez intentaría escapar o comenzaría a hacerlo.

¡Sólo podemos liberarnos si somos conscientes de que somos profundamente esclav@s!

6. ¿De qué o de quién somos esclav@s? Pues de nuestro propio "ego". ¿Qué es el "ego"? Es una construcción nuestra, que supuestamente nos da seguridad y permanencia en nuestro actuar. Pero es simplemente un presupuesto. Porque la realidad (y nosotr@s con ella) es esencialmente impermanente. Podíamos pensar que el "ego" es producto del miedo y del "instinto" de conservación. En cierto sentido, incluso pudiéramos pensar que es funcional, siempre y cuando no lo creamos demasiado y no nos aferremos a él. El problema es cuando el "ego" se fortalece. Entonces se convierte en perjudicial. Espiritualidad es sinónimo también de flexibilidad.
Es como si alguien que, para protegerse de los ladrones, construyera una casa a prueba de todo y con todas las protecciones posibles e imaginables, sobre todo si tiene mucho dinero para eso… Y pensara después que ahora por fin estaba seguro. Sin embargo, viene un terremoto y las paredes y cierres herméticos no le permiten escapar a tiempo… Es la paradoja de los extremos.
Pues bien, podemos entender de una manera sencilla la Espiritualidad como la superación del ego en y desde lo cotidiano. En todo caso, hay que tomar esto con tranquilidad y perseverancia.

Lo importante es ir concientizándonos de nuestras contradicciones, entender (vivencialmente, no meramente con la cabeza) porqué se producen y que el mejor camino de salida es relajarse, meditar y "purificar" así nuestra mente perturbada. En otras palabras, "hacer silencio" en la mente, llegar a la "otra orilla" (Nirvana), sin espacio-tiempo, donde todo se explica, pero es inefable e incomunicable.

El Maestro de Galilea ya lo decía, en otras palabras: "Quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará" (Mt 6,25) y "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Lc 9,23) .

7. ¿Y el Anarquismo? ¿Cómo encaja en todo esto?

En primer lugar, es preciso decir que no nos referimos aquí solamente al Anarquismo histórico, aunque arrancamos de él. Algun@s anarquistas fueron ate@s (otr@s creyentes de una "religión universal" y algun@s incluso de religiones históricas, aunque siempre crític@s de sus institucionalidades) y se pelearon con las religiones, con las creencias en los dioses ("alienación") , en especial con el cristianismo, pero tod@s ell@s tuvieron "su" Espiritualidad. Aquí queremos más bien partir de una concepción más actual, que podríamos entender y denominar Neo-Anarquismo, que creemos que conecta con esa espiritualidad, a veces "difusa", del Anarquismo.

En segundo lugar, si esto es así, intentemos caracterizar el Neo-Anarquismo (NA). Nos parece que existe en el pensamiento-praxis neoanarquista unas cuatro intuiciones básicas, que describimos a continuación.

7.1. La autogestión es una de las más centrales, posiblemente la que más. Significa ante todo una filosofía y una metodología que parten de dentro-afuera, de abajo-arriba, de micro-macro. Significa que cualquier organismo social, en la dimensión en que esté vivo, tenga condiciones para resolver sus propios problemas con la metodología de abajo-hacia-arriba. Es decir, que cualquier persona o grupo esté capacitado para, por su propio dinamismo interno, encontrar soluciones para los obstáculos que se presenten. Y no sólo obstáculos, sino para crear desde sí mismos otras posibilidades de llevar adelante cualquier proyecto. Significa buscar los recursos en un@ mism@ o en la propia comunidad. Como escribimos en otra ocasión:

"'Autogestión' significa por lo tanto auto-organizarnos, sin poderes extremos o separados que nos dicten lo que hay que hacer. Es un principio que abarca todos los ámbitos de la vida y que es muy exigente. Su eficacia depende de lo que estemos dispuestos a sacrificarnos por este ideal".

La pregunta clave sería aquí si toda persona o todo grupo, como tal/es, están capacitado@s ya de sí para hacerlo. Aunque parezca idealista o carente de sano realismo, una postura neoanarquista tenderá a pensar que sí. Eso no impide que pueda tener "ayudas" foráneas, pero no cree en el dirigismo de aquellos/as que pretenden ayudar basándose en el principio de que l@s afectad@s por un determinado problema (u opresión) no se pueden liberar por su propia cuenta todavía y necesitan, por consiguiente, de nuestra "ayuda".

Lo problemático de esta manera de pensar es que es un tanto "colonialista", o "paternalista/maternalista", ya que no cree en las más profundas capacidades del/de la oprimid@/marginad@/excluid@ para resolver (o comenzar a resolver) sus propios problemas. De esta manera consideramos a l@s oprimid@s como "incapaces"de luchar por su propia liberación.

Por el contrario, el NA valora a cada un@, pues cree que siempre tiene capacidades para resolver dichos problemas. La pedagogía NA consistirá en desarrollar esto o contribuir a que se produzca, en caso de que el/la oprimid@ sea tan oprimid@ que su falta de autoestima le impida luchar por su dignidad y por sus derechos. Parece realmente que uno de los aspectos más básicos de toda lucha social y personal es cómo empezar a trabajar la autoestima.

La autogestión debe ser total o, por lo menos, tender a eso. Eso significa que debe darse en el ámbito económico, social, político, cultural, humano en general. No basta que solamente se dé de un modo fragmentario. En este caso, es sólo una semilla anarquista. Necesita articularse y expandirse en todos los niveles, no sólo personales sino también colectivos. En otras palabras, no se puede ser, por ejemplo, un revolucionario social y luego ser un "machista" en casa. No encaja. Es pura contradicción, algo anti-espiritual, porque en la Espiritualidad es clave también la coherencia entre discurso y vida (no dualismo).

En todo caso, la autogestión significa confiar en la persona, creer que en lo más profundo de cada un@ hay siempre un fondo de bondad, creatividad, inteligencia y otorgar igualmente un papel importante a la autoestima.

7.2. Acción directa. ¿Hay alguna duda de que el Anarquismo como tal siempre ha rechazado el Estado? Pues ésta es una de sus principales actitudes también. Igualmente ha criticado las instituciones que desarrollan esquemas verticalistas y autoritarios de decisión (o sea, casi todas las instituciones…). En esto, el Anarquismo ha sido siempre muy radical.

La acción directa implica no delegar las cosas, sino experimentarlas por un@ mism@, personal o grupalmente. Inicialmente, era una postura anti-parlamentaria, por desconfiar profundamente de que en los Parlamentos pudieran solucionar nuestros propios problemas. Los diputados representan sus propios intereses partidarios o hay corrupción. En el mejor de los casos, desconocen nuestros problemas y cómo experimentamos la pobreza, la marginación, la exclusión, la opresión, porque no la viven. Por tanto, actuemos desde abajo, desde nosotr@s mism@s, con los medios que nos sean más propios y directos, sin delegar o relegar (delegar=relegar) nuestros intereses (colectivos). Actuemos ya, con cierta "espontaneidad organizada", valga la aparente contradicción. Es decir, organicémonos colectivamente, pero actuemos con cierta inmediatez y espontaneidad. En caso contrario, el tiempo juega en contra nuestra. ¡Así se piensa "en anarquista"!

A veces se ha criticado al Anarquismo por ser espontaneista y se pueden haber producido a lo largo de la historia, sin duda, acciones irreflectidas, con consecuencias negativas posteriormente. Este es el riesgo de un "espontaneismo absoluto". Pero el extremo contrario, no deja de ser también pernicioso. ¡Nunca se resuelve nada!

7.3. La insistencia en la asamblea, también ha sido una constante en la praxis anarquista, si bien para las tendencias individualistas del Anarquismo esto ha parecido otro dominio sobre el individuo. En la asamblea espera encontrar el/la anarquista un espacio libre para encontrarse, opinar, tomar decisiones sobre los temas que le atañen y planificar su ejecución. Tod@s están llamad@s a participar, sin exclusiones, porque los problemas son de tod@s y tod@s deben, en consecuencia, resolverlos.

La manera de hacer anarquista busca en esto la unanimidad. Sin duda, eso retrasa las discusiones y las hace más amplias, pero con el consenso se tiene la garantía de que no hay exclusiones de nadie y que lo decidido es nuestro. No es contradictorio con esto la existencia de comisiones, que ejecutan algunos aspectos específicos, siempre y cuando dependan de la Asamblea General y a ella le den cuentas.

Si los ámbitos asamblearios son más amplios y se debe compartir en otros lugares con otras asambleas, es posible pensar en una delegación de las decisiones tomadas en alguien que las traslada a ese otro ámbito, pero sin mandato de decidir por su cuenta. Es un/a mer@ transmisor/a de las decisiones tomadas consensualmente en otro espacio más restringido y en cualquier nueva decisión en este otro ámbito tiene que consultarlo con su anterior grupo, ya que cada uno de ellos es autónomo y autosuficiente. Evidentemente, la tecnología comunicacional de nuestros días facilitaría esto que en otras épocas podía ser más complicado. Además, cualquier cargo, en perspectiva ácrata, siempre es fiscalizable, rotable y renovable. No hay cargos fijos, ya que éstos que pueden llevar a acumulación de poder.

7.4. Otro aspecto importante es el espíritu libertario e igualitario. Es la gran propuesta del Anarquismo: la libertad. Pero no como la entiende la derecha, los conservadores, que sospechan siempre de la libertad y, en todo caso, piensan en una libertad con desigualdad. Es más, se piensa que la desigualdad es necesaria para el desarrollo de la libertad y el progreso, en los sectores derechistas más "liberales". Es el caso del actual neoliberalismo, que en esto es "ultra-liberal". Pero el/la anarquista no quiere una libertad sin igualdad. Si la libertad no está penetrada de igualdad, termina corrompiéndose.

En el Anarquismo se piensa que la libertad es presupuesto imprescindible para una relación humana. Sin libertad no hay posibilidad de crecimiento, de profundización, de "humanidad". Por eso, el Anarquismo siempre ha sido muy crítico del "socialismo de Estado" (que en mucho casos terminó siendo un "capitalismo de Estado"), en cuanto que ha sido autoritario, verticalista, "dirigista" y prostituyó la participación al reducirla a mera ejecución de órdenes tomadas arriba, no discutidas por la base, y que tiene que ejecutar porque supuestamente son en su propio beneficio (?).

"Todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros…", es la trágica e irónica afirmación de ´La rebelión en la granja´, de G. Orwell (1945), que el Anarquismo siempre denunció en los sistemas autoritarios, sean del signo que sean. Por eso, el Anarquismo siempre ha sido mal visto por los sectores conservadores/liberales, al que acusan de ser generador de caos y desorden (evidentemente, para ellos lo es…) y por los sectores de izquierda autoritaria, acusándoles de "radicalismo pequeño-burgués" y "aventurismo radicalista". Y, por supuesto, perseguidos por unos y otros. Es el precio de ser tan alternativos.

Piensa el Anarquismo que nuestro fondo antropológico es intrínsecamente libertario e igualitario, pero que la "educación" recibida (autoritaria) ha prostituido nuestro fondo para adecuarlo a los intereses (más o menos encubiertos) de una minoría. En esto se parecería al planteamiento pedagógico de J.-J. Rousseau. Por eso, el Anarquismo ha prestado históricamente mucha atención al aspecto pedagógico (cfr. también a W. Godwin). Digamos que siempre aspiró a hacer una revolución pedagógica. O una pedagogía revolucionaria, que fuera realmente "educativa" e integral, y no meramente "bancaria", "domadora de fieras" o "condicionadora de la conducta humana", en orden al desarrollo meramente de habilidades y no de la capacidad crítica de pensar, de decidir, de discutir democráticamente y de… autogestionarse.

En esto, revoluciona el concepto mismo de "democracia" (formal), que se entiende normalmente como espacio de "representatividad" y de cierta participación, para entenderla como algo fundamental, no meramente funcional. Lo fundamental es que la democracia sea efectivamente eso, "dominio del pueblo", donde todo se decide "abajo", se discute y se buscan soluciones para los problemas de tod@s.

Esto exige, por consiguiente, una fuerte Espiritualidad, ya que supone superar la "mente egocéntrica", para buscar los intereses colectivos y el Bien Común. Esto es precisamente lo que consideramos en nuestro punto siguiente. Pero antes de terminar este punto, digamos que el Neo-Anarquismo retoma estos planteamientos históricos del Anarquismo e introduce elementos nuevos, como la conciencia ecológica radical, el feminismo y perspectiva de género, el pacifismo, el indigenismo, etc., junto con otras muchas reivindicaciones más sectoriales, pero no por eso menos importantes, como son las reivindicaciones culturales, de "nacionalidades reprimidas y oprimidas", el derecho a la libertad de tendencia sexual, el derecho de l@s discapacitad@s, el respeto a todas las diferencias… todo ello interpretado en línea anarquista.

¿Y el tema de la violencia? No hay acuerdo histórico en esto dentro del Anarquismo, pues en esto ha habido posturas y prácticas muy diversas. Desde la "propaganda por la acción" entendida como "terrorismo" y asesinato de tiranos, hasta la no-violencia activa radical del tipo: "¡hasta que me maten!". Sin embargo, dentro de un Neo-Anarquismo contemporáneo se podría aceptar que eso, en todo caso, es libre decisión de los propi@s oprimid@s, prefiriendo tal vez una no-violencia activa, ya que la violencia siempre es autoritaria, anti-dialogante y una forma de poder impositivo. Y, ¿hay alguna duda que el anarquista detesta el poder y busca como "disolverlo", de tal manera que, distribuido entre tod@s, a nadie destruya?

8. El encuentro entre Espiritualidad fundamental (EF) y Neo-Anarquismo (NA) es, pues, imprescindible. He aquí el punto clave. Según lo que vimos anteriormente, prima hoy una epistemología que no sea dualista. Se trata de superar los dualismos y sustancialismos del tipo que sean. Es decir, no podemos convertir la EF y el NA en nuevos sustancialismos, nuevos dogmas. Son ambos, ante todo, una filosofía de vida y una metodología ("camino") de enfrentar las cosas que nos suceden, con cierta inteligencia y coherencia.

Defendemos aquí que hay que superar la contradicción entre lo interior y lo socio-político. Por consiguiente, defendemos que esa EF puede funcionar muy bien unida al NA y viceversa. Veremos así que lo social es también un problema espiritual y que lo espiritual es un problema social. Ambos van juntos, porque la vida no es divisiva. Mística y Revolución son dos caras de la misma moneda.

En la práctica social podemos aprender mucho de libertad e igualdad, pero igualmente el trabajo sobre nuestras "mentes condicionadas" (en tanto que egocéntricas) es clave para que seamos gentes libres, fraternas/sororales, amantes de la naturaleza, abiertas a aprender y a sorprendernos, a conjugar nuestra mente con nuestra corporalidad, a expandir nuestras capacidades estéticas y creativas al máximo, a discutir, a decidir libremente, a ejercer nuestra sexualidad sin represiones ni agresiones a l@s demás, a descubrir nuestro "fondo bueno", por muy en el fondo que esté, a saber organizarnos en la producción, la distribución, la circulación y el consumo de los bienes, a tener un poder compartido y práctico, a poseer incluso una concepción de la vida que no nos enrede en problemas teóricos eruditos pero poco prácticos para la vida cotidiana, etc. En una palabra, a una vivencia holística de la Vida, valga la redundancia.

Para eso apostamos mucho en el aspecto educativo/pedagógico (aunque no sea solamente el formal). El ser humano todavía está en un nivel muy primario de su desarrollo, pero es capaz de cosas muy buenas y de ser creativo, junto con los demás. Sólo así podrá ser algún día feliz, pese a lo desvirtuada que está la palabra: diríamos mejor, plenamente autorrealizado. Pensamos que los valores "religiosos" son aquí importantes, pero no tenemos más espacio para desarrollar esto. Podemos entender 'religión' aquí como 'religación': a la naturaleza, a nuestro propio ser, a los demás (principalmente a l@s más excluid@s), a un Dios de la Vida y no tiránico, ni ídolátrico, etc.

Por consiguiente, EF y NA son una misma cosa, sólo que desde diferentes puntos de vista, que debemos unificar. Esto no es mera cuestión teórica ni mera discusión política. Es cuestión de práctica y de vida. Por eso, todavía resuenan en nuestros oídos aquella recomendación de Jesús al escriba que le había contestado bien sobre quien era su prójimo: "Ve y practícalo" (cfr. Lc 10, 37).

¿Tenemos miedo a ser libres? ¿Y a ser iguales?

rui manuel grácio das neves
managua (nicaragua)
06.11.02.

TERESA DE ÁVILA Y EL ZEN

Para mi amiga
Lenira Moraes,
de São Paulo (Brasil)



TERESA DE ÁVILA Y EL ZEN



1. No soy un especialista en Santa Teresa de Jesús ni en el Budismo Zen. Sin embargo, como estudiante de Espiritualidad, como alguien muy interesado en Espiritualidad de una manera vital, quisiera abordar brevemente el tema de la relación de Teresa de Jesús y del Zen en lo referente a un tema central, como es el de la oración y de la meditación.

2. Como es sabido, los mejores críticos de Espiritualidad cristiana, conocedores de Santa Teresa[1], encuentran en sus escritos una serie de grados de oración, que ella habría formulado. Se han tornado ya clásicos de toda la Espiritualidad universal. Serían estos los siguientes:

1. ORACIÓN VOCAL

2. MEDITACIÓN U ORACIÓN MENTAL

3. ORACIÓN AFECTIVA

4. ORACIÓN DE SIMPLICIDAD

5. ORACIÓN DE RECOGIMIENTO INFUSO

6. ORACIÓN DE QUIETUD

7. ORACIÓN DE UNIÓN SIMPLE

8. ORACIÓN EXTÁTICA

9. ORACIÓN DE UNIÓN TRANSFORMATIVA

Si no nos falla la memoria, en los tres primeros predominaría la acción humana y en los seis siguientes, la divina (siendo el cuarto y el quinto de transición). O mejor, estando siempre presente la iniciativa divina, en los tres primeros parece que es el ser humano quien lleva la iniciativa, mientras en los seis siguientes es claramente el Innombrable quien lleva las riendas del proceso. En general, hay un gran consenso entre los místicos cristianos (por ejemplo, también en San Juan de la Cruz) y sus comentaristas, en distinguir estos dos niveles:

(1) el nivel ascético (o activo), de “iniciativa” humana;
(2) el nivel místico (o contemplativo), de iniciativa divina.

En la primera etapa, el ser humano tendría la gran tarea de purificación, a través de un trabajo continuado de ascetismo, mientras en la segunda etapa sólo le queda dejarse en manos del Bendito, para que complete El/Ella/Ello el mismo proceso anteriormente iniciado.

(Lo normal es que éste sea el orden, pero Dios tiene sus propios caminos, que conoce mejor que nadie...).

También parece una idea común el que estos grados de oración, meramente indicativos (no absolutos), deban darse como predominancia de uno de ellos sobre los demás. No quiere decir que en otro momento, alguien, por ejemplo, que esté en el grado seis de oración, no practique también, incluso, el grado primero... Se trata, pues, de una cuestión de mayor o menor acentuación espiritual.

3. Puestas así las cosas, ¿qué interés tiene apelar aquí al Zen y a su práctica meditativa llamada zazen? Parece algo muy diferente, sacado de otro contexto espiritual[2].

Sin embargo, me atrevo a decir que no es así y que ambos pueden ser complementarios (al igual que lo que ocurre con el otro gran maestro de Espiritualidad cristiana que es San Juan de la Cruz)[3]. Tengamos la mente abierta, seamos macro-ecuménic@s.

¿Cómo?

Muy “sencillamente”.

Teresa de Jesús nos muestra el marco del proceso a llevar, pero no nos dice tanto cómo se puede llegar a ello. Evidentemente, es siempre la “iniciativa” (lo que se llama “gracia” en la tradición cristiana, intentando superar la visión a veces meramente “cosística” que se ha tenido de ella a veces en Teología...) del Padre/Madre quien conduce el proceso, pero también es claro que el ser humano tiene que participar en él, consciente y voluntariamente.

Siendo así, planteada crudamente la cuestión, ¿hay algún “camino” especial a utilizar para ir subiendo en la “escalera espiritual” (metáfora)? Es decir, ¿hay algún “método” (en el sentido de “camino” y no tanto de “técnica”) que sea posible utilizar y que nos haga progresar a nivel espiritual?

4. En realidad, a los autores espirituales no les gusta mucho hablar de métodos[4].

Más bien piensan de manera contraria. No hay método. La “gracia” descubre su propio método. Cualquier método parece artificial, como si le pusiéramos condiciones a Dios. Ellos y ellas siempre nos han dicho que más bien es al revés, que “hay que dejar a Dios ser Dios”.

Por supuesto, ningún método atrapa al Inefable.

Pero si entendemos que “Camino” o “Vía” como nuestra personal responsabilidad en el proceso, entonces ya se puede entender que no se trata de quedarnos con las manos cruzadas y diciendo que el Absoluto haga todo. Creo que esto no sería una manera seria de enfocar nuestro propio trabajo espiritual y/o nuestro crecimiento humano.

5. Pero no existe un solo camino. Hay muchos caminos. Creo que tiene razón la metáfora hindu que compara esos caminos con la escalada a una Montaña. Todos van hacia allá. No importa cuál de los senderos se utiliza. Lo importante es llegar a la Cumbre.

Hay miles de caminos y senderos. Cada uno puede escoger y hasta crear el propio. Lo que se trata es de que las “muletas” nos ayuden a caminar, cuando somos tant@s l@s coj@s que caminamos... Pero va a llegar un momento en que también las “muletas” tengan que ser tiradas, porque ya resultan un impedimento, más que un apoyo. Sirvieron en otro momento, pero ya no más.

Lo afirma muy bien el gran filósofo L. Wittgenstein[5], cuando escribe en una de sus tesis que la escalera sirve para subir, pero llega un momento posterior, cuando ya se está arriba, en que hay que arrojarla fuera. Lo había dicho un poco más poéticamente el mismo Buda, con su imagen de la barca que sirve para atravesar el río, pero que se convierte en un estorbo que hay que dejar cuando hemos llegado precisamente a la otra orilla.

6. En este sentido, aparece el Zen y, en concreto, la práctica del zazen como uno de los posibles caminos a utilizar. Por supuesto, es válido para quien esté antropológicamente adaptado a él (en general, el uso de un método u otro es más bien cuestión psicológica). En mi opinión, tiene una serie de ventajas:

(1) Es inmediata y directamente contemplativo. Va a lo esencial.
(2) Es relativamente “fácil” de entender su propuesta.
(3) Utiliza medios sencillos para conseguirlo.
(4) Su práctica está bastante bien normatizada.
(5) Tiene muchos siglos ya de experiencia.
(6) No implica ser budista.
(7) Hay maestr@s que nos pueden acompañar.
(8) Se trata sencillamente de aprender a meditar.

Por supuesto, no es una panacea tampoco. Tiene sus reconocidas dificultades, pero me parece que su búsqueda contemplativa, que no exige intrincados problemas metafísicos, pues se trata ante todo de hacer silencio profundo en la mente, puede unir macroecuménicamente a mucha gente de diferentes religiones históricas o de ninguna (incluso a ateos y agnósticos, pues defiendo personalmente que la Espiritualidad está más allá de las religiones y es vitalmente beneficioso para cualquier persona, sea cual sea su planteamiento filosófico o religioso de la existencia humana: en definitiva, en mi opinión, practicar la Espiritualidad es sencillamente aprender a vivir).

Puede que alguien sea más devocional y afectivo, y prefiera caminar por otras sendas (es el caso de la bakhti hindu o, muy probablemente, el caso de gran parte del cristianismo). En todo caso, siempre es una exigencia fundamental para cualquier Espiritualidad la opción por l@s pobres y excluid@s, así como el trabajo permanente por la Justicia y la Paz.

Sin embargo, estoy dispuesto a afirmar que, para cualquier persona, el zen puede ser un excelente camino contemplativo para “llegar” a los mayores “avances” espirituales (que más bien consiste en “retroceder”, en limpiar, en purificar).

7. Una última consideración. En la práctica del zazen se puede hablar de tres niveles: (1) el zazen estático (el que se practica sentado); (2) el zazen intermedio (el andar meditativo o kin-hin); y (3) el zazen dinámico (el que se practica en cualquier momento del día, pues se trata de vivir con Atención Permanente cualquier momento de nuestra existencia, dado que “vivimos” normalmente con mente dispersa).

En este tercer sentido, el zazen dinámico puede ser una práctica de las 24 horas del día. Y así, la meditación no es algo que se “logra”, sino algo que llega libremente a nosotr@s. Porque, pese a todo, un camino sigue siendo un camino, y nadie lo controla, somos libres de recorrerlo o no, o de buscar otros caminos mejores para nosotr@s.

No se llega a la Meditación. Es la Meditación la que nos inunda a nosotr@s.

Pero la paradoja mística es que la Luz del Sol se hará visible sólo si hemos limpiado antes los cristales sucios de nuestro interior.






rui manuel
nagpur
(india)
15.11.06
(fiesta de
Alberto Magno O.P.)
[1] Entre ellos al famoso P. ARINTERO, en sus Cuestiones Místicas, BAC, Madrid, 1956.
[2] No voy a entrar aquí en presentar el Zen. Hay otra gente que lo puede hacer mejor que yo. Incluso, yo mismo lo he intentado presentar de manera “sencilla” en otro momento.
[3] En cuanto al Maestro Eckhart, ya ha habido más trabajos de encuentro entre sus planteamientos y los del Zen.
[4] Uno de los mayores críticos de los métodos, en la espiritualidad contemporánea universal, es J. Krishnamurti. Pero también muchos otros místicos y místicas comparten esta misma visión.
[5] WITTGENSTEIN, LUDWIG, Tractatus Logico-Philosophicus, Alianza Editorial, Madrid, 1994 (Traducción española de Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera).

Monday, April 16, 2007

¡OTRA MENTE ES POSIBLE!

UNA NUEVA ESPIRITUALIDAD PARA UN NUEVO MILENIO

Me atrevería a afirmar que casi todas (por no decir: ¡todas!) las Revoluciones fracasaron por, entre otras importantes cosas, carecer de (la suficiente) Espiritualidad.

Revolucionaron algunos ámbitos sociales, sí, pero no pudieron revolucionar radicalmente (=de raíz) las conciencias de los hombres y mujeres implicad@s en ese cambio total. Faltó la Revolución Cultural, es decir, cambiar las mentes, las actitudes, los valores, las opciones fundamentales de los seres humanos en la Historia. Y, sin eso, las Revoluciones se vienen abajo.

En otras palabras, faltó Espíritu. Así, no llegaron a surgir verdaderamente la Mujer y el Hombre Nuev@s. Sin Espíritu, la Revolución (que es un Mega-Acto Colectivo del Espíritu) fue traicionada. No llegó a su fin “natural”. La Historia es así la constatación de las decenas (o miles) de Revoluciones traicionadas.

Por eso, para mí, la práctica de la Espiritualidad es un acto inmensamente político. Expulsar de nuestro interior el ego (=la estructura egocéntrica) es la tarea más importante para expulsar de nuestras “almas” al Sistema que queremos combatir. Sólo quien carece de ego puede ser verdaderamente solidari@.

La Espiritualidad comienza cuando nos damos cuenta de que somos cómplices del Sistema, de que lo fortalecemos, en nuestro interior, con las miles de obediencias cotidianas de nuestras acciones egocéntrico-insolidarias. Trabajar, con Atención Permanente, nuestras mentes es, por lo tanto, establecer un proceso de ruptura profundo, intenso, con la corrupción general, la mediocridad, la hipocresía, el miedo (que es el gran obstáculo anti-espiritual).

El entrenamiento espiritual es, por lo tanto, un acto político de liberación. El más fundamental de todos. La liberación es auto-liberación en proceso colectivo. Sólo así podrá emerger algo verdaderamente Nuevo.

Porque la pregunta fundamental continúa siendo: ¿Cómo generar lo Nuevo con mentes viejas? Y la mente, el ego, el pensamiento, es del pasado, es “el” Pasado, que proyecta todas nuestras estructuras introyectadas en nuestra praxis cotidiana. Por lo tanto, o nos liberamos de la Mente (y eso es la Espiritualidad, pero hay que entender bien esto), para que emerja libre el Espíritu, o no crearemos absolutamente nada nuevo, sino “Más de lo Mismo”.

En otras palabras, o nos liberamos del Miedo para ser originalmente nosotr@s mism@s o estamos condenad@s a querer y no poder: a reproducir (personal y comunitariamente) el pasado de esclavitud, de represoras socializaciones introyectadas, de praxis egocéntricas, que impiden en lo cotidiano revolucionarnos hasta lo Nuevo. No se construye nada Nuevo con mentes viejas.

Por lo tanto, la verdadera Revolución empieza hoy, aquí y ahora, y consiste en vivir total y unitariamente el Presente: en el momento en que grito un gigantesco ¡NO! y empiezo a trabajarme, con Amor sin esfuerzo. Quien pueda entender (es decir, practicar) esto, es quien puede comprender que no hay dos Revoluciones, la estructural y la interior, sino una sola Revolución: la interior-estructural, aquí y ahora, en lo cotidiano, desde y para un Presente Continuo.

¡BUEN “TRABAJO”!

rui manuel grácio das neves

managua

26.02.05

(fray Antonio de Valdivieso).